Fatboy Slim: Una charla con un icono de la música electrónica en su paso por L’Abarset
Fatboy Slim, uno de los nombres más icónicos de la música electrónica, regresa a L’Abarset para compartir no sólo su música, sino también su visión sobre la industria, la fama y el secreto de una carrera que sigue vigente tras más de tres décadas.
Con un estilo inconfundible que mezcla energía, humor y caos controlado, Norman Cook ha sabido reinventarse constantemente sin perder autenticidad. Desde aquellos himnos que marcaron una época como Right Here, Right Now o Praise You, hasta sus explosivos sets frente a multitudes, Fatboy Slim sigue demostrando por qué es una leyenda viva de la electrónica.
Ni dentro ni fuera, en todas partes
En su segunda visita a L’Abarset, el DJ británico comparte su entusiasmo por un espacio que, según él, no se parece a ningún otro. “Es un show emocionante, diferente, donde puede pasar cualquier cosa… y ojalá pase”, confiesa. Ni dentro ni fuera, ni indoors ni en el aire libre, sino en ese punto intermedio que le fascina: una mezcla perfecta que convierte cada actuación en única.
El secreto de una carrera longeva
Hablar de su trayectoria es hablar de permanencia. Para él, la clave está en la simplicidad: “Si en una canción tienes muy pocas palabras que pueden significar muchas cosas…” Ahí debe estar uno de los secretos de la longevidad, poder resonar con todo el mundo aunque pasen los años. “De este modo las canciones pueden ser sobre una pareja, sobre una amistad o incluso sobre tu equipo de fútbol”.
La revolución digital y su impacto en la música electrónica
La digitalización ha cambiado la forma en la que se consume y se comparte la música, y la carrera es un claro ejemplo. “Estoy muy agradecido, porque eso ha mantenido viva mi trayectoria. No he sacado grandes discos en más de diez años, pero la presencia digital ha mantenido todo en movimiento. Estoy orgulloso y muy agradecido por ello”, reconoce.
¿Es mala amante la fama? entre el juego y la realidad
Cuando se le pregunta por la fama, responde sin titubeos: no hay que tomársela demasiado en serio. “Mi manera de llevarlo es no darle más importancia de la que tiene. No me tomo a mí mismo ni a mi ego demasiado en serio, y eso ayuda mucho. No me quejo de la fama ni del estatus de celebridad, en realidad es bastante divertido… siempre y cuando no te lo creas de verdad”.